El futuro de Thiago Alcántara en el equipo de Guardiola está muy ligado al de Cesc Fábregas. Si el Barcelona acaba fichando al futbolista del Arsenal, algo que parece cantado, Thiago está dispuesto a pedir el traspaso al club azulgrana y cambiar de aires la próxima campaña.
Thiago sabe que si Cesc aterriza en Can Barça va a disponer de muy pocos minutos. O, por lo menos, no los que él considera necesarios para seguir su progresión como futbolista. Si se cierra el traspaso de Fábregas, Guardiola tendrá siete centrocampistas: Busquets, Mascherano, Xavi, Cesc, Iniesta, Keita y el propio Thiago.
Además, Afellay también puede jugar en el centro del campo, si bien es cierto que Guardiola lo ve más como atacante. Y no hay que olvidar que Mascherano la próxima campaña jugará muchos partidos como central. Sin embargo, y a pesar de estas dos últimas matizaciones, Thiago tiene muy claro que en el centro del campo culé hay overbooking. Y que él pagaría los platos rotos.
La pasada campaña, Thiago jugó muy poco. Desde septiembre hasta diciembre estuvo con el primer equipo. Entrenó todos los días con los cracks, pero Pep apenas contó con él. Después de Navidad, tuvo más protagonismo en el filial. En el primer equipo disputó un total de 17 partidos la pasada campaña, pero sólo 1.000 minutos de juego.
Guardiola no quiere que se vaya. Cuenta con él, pero su decidida apuesta por Cesc va en contra de Thiago. Y si éste le pide marcharse, no tendrá muchos argumentos para convencerle de que no cambie de aires.
Y luego está el tema económico. El club sabe que tiene que vender si quiere darle a Guardiola lo que desea. Pep ha pedido a Cesc, Alexis y Rossi. Los tres cuestan mucho más dinero que los 45 millones que dispone el club para fichar. Si quieren traer a los tres tendrán que vender a Bojan, Thiago y Jeffren. Si no lo hacen, las cuentas no le saldrán a Zubizarreta. De hecho, la venta de los tres no garantiza tener el dinero suficiente para todos los fichajes.
El club confía en obtener 30 millones si traspasa a estos tres jugadores. Por Bojan pueden obtener 15; por Thiago entre 10 y 12; mientras que si consiguen 5 por Jeffren ya sería un éxito. Y no hay que olvidarse de los jugadores del filial. Algunos como Jonathan Soriano están muy cotizados. Los últimos en interesarse por él: Salzburgo y Marsella.
El problema es que los precios de los objetivos azulgranas están por las nubes. Quieren pagar 30 por Cesc, pero son conscientes de que sacarlo por menos de 40 va a ser muy complicado. El Udinese está pidiendo 30 por Alexis Sánchez, aunque el Barcelona en ningún caso pagará más de 25 millones. Y luego queda la opción de Rossi donde el Villarreal se muestra inflexible en otros 30 millones.
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